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- Santos y Santas de Dios, Bendecid al Señor
Posted by : Equipo de Catequesis
viernes, 25 de abril de 2014
Al celebrar la canonización de dos sucesores de San Pedro, el Papa Juan XXIII y el Papa Juan Pablo II, recordamos que la santidad no es un privilegio, no es una condecoración y mucho menos es algo reservado para cierto grupo de personas. La Santidad es una obligación y una llamada para todos los Hijos de Dios. Ser santo se ha convertido en una meta inalcanzable ante una sociedad que cada dia ve el pecado como algo normal.
Juan Pablo II y Juan XXIII nos enseñan que todos podemos llegar a agradar a Dios y vivir en el cielo con El para siempre. Ellos fueron hombres con fallas y defectos, pero con un gran amor a Dios que los impulsó a entregar sus vidas por amor, al servicio de la Iglesia. Muchos pudimos ver de cerca a Juan Pablo II, lo vimos reir, cantar, llorar y junto con el muchos de nosotros también sufrimos, nos alegramos y lloramos cuando partió a la casa del Padre. Su testimonio de vida es una prueba veraz que se puede ser santo en medio de nuestra vida cotidiana. En los problemas, situaciones del dia a dia, dificultades, en el trabajo, hogar, escuela, es ahí donde el Señor nos pide santidad para que todos vean en nosotros el Espíritu del resucitado que vive en nuestros corazones.
Oración:
Padre de bondad y misericordia, muchas veces caigo en las pruebas y tentaciones y veo con dificultad el camino de la Santidad. Hoy renuevo mi compromiso de serte fiel, de alabarte con mis actos, de llevarte siempre ante mis amgios, conocidos y familia. Quiero ser santo, no para ser mejor que otros o para creerme más importante, sino para agradarte a tí Dios bueno. Quiero ser santo para vivir junto a tí. Dame la perseverancia, fidelidad y alegría para vivir todos los días por ti y para ti. Amén.