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- En el día de San José, oramos por todos los papás
Posted by : Equipo de Catequesis
miércoles, 19 de marzo de 2014
El mundo
necesita padres abnegados, entregados a la familia, con valores humanos y
cristianos, dispuestos a cultivar en sus hijos el amor a Dios y a los hermanos.
Necesitamos padres con capacidad de amar, de hacerse uno con los sentimientos
de los hijos, padres que puedan corregir pero también amar y consolar en los
momentos difíciles. Si, necesitamos padres, padres de fe, como San José, que no
se corran al ver venir los obstáculos y las pruebas. Padres, con decisiones, de
convicciones.
Nuestras familias necesitan padres, en especial esas
familias cuyos padres han dejado vacío el lugar que les corresponde. Es necesario
que estos simples seres de carne, se transformen por la luz y guía del Santo
Espíritu, en apóstoles de la familia, que sean luz en su hogar y seguridad y protección
para sus hijos.
Hoy oramos por ellos, por los padres, por los líderes de
familia, para que a ejemplo de San José, puedan responder con generosidad a la
llamada del Señor, ahí en las tareas comunes, en el día a día, en el seno del
hogar.
Oración de los
hijos por sus padres
Dios, concédeme
comprender mejor a mis padres, y saber devolverles amor por amor.
Si yo no puedo
amarlos como antes es que debo amarlos mas.
No ya como un niño
que balbucea, sino como un hombre que sabe lo que tiene que decir, y que
expresa su alma en un lenguaje dulce y fuerte.
Yo me acercaré a
mi padre y a mi madre, que sufren por mí, y cuyo trabajo hasta ahora no he
apreciado.
Esta noche diré y
repetiré, con más comprensión que otras veces, la antigua oración de mi
infancia:
Padre nuestro, que
estás en los cielos, escucha a tus hijos. Te pedimos por nuestros padres.
Por medio de ellos
nos lo diste todo, devuélveles todo el bien que nos han hecho.
Nos han dado la
vida: consérvales la salud.
Nos han dado el
alimento: dales el pan de cada día.
Nos han dado el
vestido: que sus almas se hallen vestidas siempre de tus gracias.
Concédeles sobre
la tierra la felicidad que se encuentra en servirte y amarte.
Y haz que podamos
estar un día reunidos en el cielo. Amén